Atención Animal
de la Central de Abasto de la Ciudad de México
Ya sea mediante reportes, trampas seguras o jaulas humanitarias, ningún animalito en situación de calle queda sin atención.
Una vez que llegan al albergue, se les brinda todo lo necesario para empezar una nueva vida:
- Comida nutritiva
- Un espacio limpio y seguro
- Atención veterinaria
- Desparasitación
- Esterilización
Control con compasión: esterilización responsable
Sabemos que la clave para ayudar está en prevenir. Por eso, mantenemos campañas permanentes de esterilización, identificando a los animales con muescas o aretes. Así evitamos recapturas, cuidamos su salud y ayudamos a controlar la población callejera de forma ética y responsable.
Adopción responsable = un nuevo comienzo
Rescatar no es suficiente…
también buscamos hogares amorosos y responsables.
Cada adopción se hace con cariño, pero también con cuidado. Antes de irse a casa, todos los peluditos pasan por:
- Vacunación
- Desparasitación
- Esterilización
- Evaluación de compatibilidad con su nueva familia
Adoptar es abrir el corazón a un nuevo miembro de tu familia.
Educar para transformar
- En el albergue no solo cuidamos animales… también sembramos conciencia.
- Queremos que la comunidad de la Central de Abasto de la Ciudad de México entienda la importancia de la tenencia responsable, el bienestar y el respeto hacia todos los seres vivos. Cada charla, cada cartel y cada adopción responsable ayuda a crear un futuro mejor para todos.
Un entorno mejor para todos
- Un entorno limpio, seguro y ordenado no solo beneficia a los trabajadores y visitantes de la Central de Abasto… también protege la salud pública y mejora la calidad de vida de los animalitos que ahí habitan.
Este albergue es un esfuerzo conjunto de autoridades, locatarios, voluntarios y donadores. Es un ejemplo vivo de que el cambio empieza con amor, acción y responsabilidad.
Cada croqueta alimenta.
Cada cobija reconforta.
Y cada adopción cambia
una vida para siempre.
Si quieres ayudar como voluntario o hacer una donación,
acércate al albergue en la Central de Abasto.
Aquí, el amor se escribe con patas y se entrega con una colita feliz.

